Las vacaciones de verano u otras fechas especiales son periodos de venta cruciales para los comercios minoristas, también conocidos como retail.
Algunos de los días de mayor venta del año se producen en los dos meses previos al año nuevo, e incluso en primeros meses del año en fechas como Carnaval o San Valentín, lo que proporciona a las empresas el capital necesario para crecer.
¿Sientes que explotas tus ideas lo suficiente como para vender más en tu retail?
En un mercado cada vez más competitivo, no basta con establecer descuentos en toda la tienda.
La estrategia del retail debe centrarse en el cliente. Hay que entender lo que quieren y dar prioridad a sus necesidades.
No se trata solo de tener los productos adecuados en stock: se trata de hacer que los clientes se sientan bien.
En líneas generales, ¿qué se necesita para impulsar las ventas en tu retail y optimizar la experiencia del cliente?
Desde los esfuerzos del personal hasta el funcionamiento de los sistemas de gestión de la tienda, todo debe contribuir a crear una experiencia excepcional y a ganarse la confianza de los clientes.
Esto, sin duda alguna, conlleva a vender más en fechas especiales y el resto del año.
El merchandising desempeña un papel crucial en el aumento de las ventas en retail durante fechas especiales.
Además de satisfacer las expectativas de los consumidores, el marketing en el punto de venta (PDV) y sus herramientas promocionales en la tienda son muy valoradas por los clientes.
Para aplicar una estrategia de marketing eficaz, las empresas deben ser conscientes de que el estado de ánimo y las necesidades de los consumidores cambian con las estaciones y los acontecimientos que se producen.
Para mantener el rumbo y asegurarse de cumplir las expectativas de los clientes, es importante adaptar la estrategia de marketing al acontecimiento, a la estacionalidad de las ventas y al comportamiento de los clientes.
Para una empresa, es por tanto necesario adaptar su comunicación y su oferta en función del período o del acontecimiento en cuestión.
¿Por qué? En primer lugar, este marco permite elegir los eventos con más probabilidades de garantizar un buen rendimiento de las campañas.
Se trata de seleccionar eventos estacionales que "peguen" con la imagen de marca, que “hablen” al público objetivo, sin parecer incongruentes o fuera de lugar en relación con la actividad.
El marketing en el punto de venta, incluido el punto de venta, la señalización y el entretenimiento en la tienda, es el último medio que ven sus clientes antes de pasar por caja. Por tanto, influye mucho en el comportamiento de compra.
De hecho, los estudios demuestran que casi la mayoría de los consumidores creen que el marketing en el punto de venta es la herramienta que más les incita a comprar.
Hoy en día, es mucho lo que está en juego en el punto de venta: los minoristas que utilizan elementos de PDV pueden aumentar sus ventas hasta un 40%.
En un contexto de explosión de la oferta y cambio de las pautas de consumo, el marketing en el punto de venta puede reencantar el comercio minorista ofreciendo un nuevo enfoque que facilite el recorrido del cliente y pueda desencadenar una compra.
La comunicación en la tienda permite crear un vínculo emocional con los consumidores en el espacio de venta.
Son más sensibles al marketing en la tienda que a la publicidad fuera de la experiencia de compra, que se percibe como más intrusiva.
In situ, los clientes no sólo buscan un producto, sino también una dimensión afectiva que incluya el asesoramiento y la presentación de su oferta en un entorno atractivo e interactivo.
Gracias a los soportes de venta, puedess despertar el interés de los clientes y fidelizarlos haciendo que se adhieran a los valores de la marca.
Más allá del aspecto emocional, el marketing en el punto de venta desempeña un papel fundamental a la hora de informar y orientar a los clientes del retail.
Permite a los consumidores encontrar lo que buscan y navegar fácilmente por la tienda física.
Los materiales de marketing y publicidad son muy apreciados por los consumidores, ya que facilitan el recorrido del cliente y se adaptan a los nuevos patrones de consumo (clientes cada vez mejor informados, sensibles al desarrollo sostenible, etc.).
Las actividades promocionales, por su parte, contribuyen a fomentar las ventas gracias a su función incentivadora.
En conclusión cualquier retail que no genere ventas está condenado al fracaso. En tanto, generar ventas sin marketing ni publicidad es prácticamente imposible.
En BMO disponemos de una amplia red de profesionales expertos en la gestión, coordinación y desarrollo del punto de venta garantizando el cuidado, rendimiento e imagen de la marca en el punto de venta.
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