En la jungla informativa de estos días, no basta con ser el que más grita para destacar y, por el contrario, las campañas de éxito son las que juegan con elementos creativos y los combinan con habilidad. De esto se trata la publicidad creativa.
Hay muchos ejemplos de cómo convencen las campañas creativas con buenas ideas, contenidos humorísticos y mensajes publicitarios comprensibles.
En ese sentido, está comúnmente aceptado que la publicidad es intrínsecamente creativa. Sin embargo, un vistazo a las campañas publicitarias actuales muestra que hay grandes diferencias en la calidad creativa.
Algunas campañas destacan por sus ideas extremadamente creativas, otras parecen poco inspiradas y se olvidan rápidamente.
En definitiva, la publicidad creativa exige primero observar la marca, su esencia y su historia, comprenderla, experimentar los productos.
Sólo entonces empieza el proceso creativo: encontrar y rechazar ideas, luchar por encontrar soluciones aún mejores, analizar críticamente si el anuncio encaja realmente con la marca.
Crear anuncios significativos que activen la imaginación y los sentidos de los consumidores no es tarea fácil, pero la práctica de contar historias parece haber surgido como una tendencia importante en los últimos años.
Más allá de un simple mensaje publicitario, permite a las marcas afirmar su patrimonio, sus valores e incluso posicionarse como iconos del cambio cultural.
El storytelling es una tendencia que se abre paso en la marea de los contenidos digitales.
Los personajes de una historia activan el compromiso emocional de los consumidores.
Son los personajes, a través de un proceso de identificación, los que despiertan los sentimientos del público.
A través de ellos sentimos alegría, orgullo, tristeza o remordimiento. Al identificarnos con su historia, construimos la nuestra y ponemos de relieve nuestras propias experiencias.
Las marcas son ahora muy conscientes de la riqueza que puede aportar este tipo de estrategia, pero hay que aplicarla de forma meditada.
Saber que los elementos de una historia hacen reaccionar al público de distintas maneras permiten adaptarlos en función de si buscás desarrollar tu marca y valores, aumentar tu visibilidad, generar ventas o crear visitas a un sitio web.
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No hay duda de que para tener éxito en publicidad, hay que invertir suficientes recursos en el proceso creativo.
Pero, ¿qué caracteriza a la publicidad creativa?
La publicidad creativa se asocia más con la espontaneidad y un enfoque intuitivo que con las estructuras y un enfoque sistemático, pero también necesita una directriz estratégica.
Esto incluye el posicionamiento y el tono de la marca, la promesa de utilidad del producto que se promociona, los objetivos de la campaña y el grupo objetivo con su comportamiento y preferencias.
El análisis del cliente potencial es esencial como base del proceso creativo. Lo que un segmento de clientes considera creativo, otro lo podría considerar poco original.
Por tanto, la publicidad creativa debe ser siempre pertinente y adecuada al cliente potencial.
La publicidad creativa se caracteriza por su "gran idea" original. Esto le confiere un carácter único que la distingue de la multitud.
En el proceso creativo, esto requiere encontrar nuevas soluciones a los problemas planteados por la campaña pensando "fuera de la caja"; es decir, desde una perspectiva completamente nueva.
A mucha gente le gusta lo que le resulta familiar. Esto se debe a que tienen una necesidad natural de seguridad.
Basándose en evidencia científica, el cerebro intenta constantemente evaluar y predecir la situación actual e inminente. Si esas expectativas no se cumplen, se produce frustración.
La novedad sorprendente activa el cerebro y desencadena emociones. En tanto, la publicidad creativa explota deliberadamente este modo de funcionamiento.
Algunos estudios demuestran que, por ejemplo, los anuncios de televisión basados en un efecto sorpresa tienen un mayor índice de recuerdo que los que no lo tienen.
Con ideas de campaña especialmente originales e impactantes, las marcas responden al hecho de que la publicidad creativa debe suscitar interés en una fracción de segundo.
Pero a veces el virtuosismo creativo de los anunciantes puede incluso superar al público objetivo.
En tales casos, existe el riesgo de que los consumidores se sientan confundidos por el mensaje y la utilidad del producto.
El mensaje debe ser comprensible a primera vista. De lo contrario, el anuncio puede captar la atención del público, pero será inmediatamente descartado por irrelevante.
Por tanto, una publicidad creativa de éxito sitúa el producto en el centro de la historia y muestra, en un lenguaje adecuado al grupo destinatario, qué problema resuelve o qué necesidad satisface.
La publicidad creativa entretiene contando una historia.
Por lo general, los anuncios con historia atraen más la atención y son mejor valorados.
Sin embargo, estos efectos positivos requieren un argumento claro y un giro inesperado. Si la misma historia con el mismo final sólo se escenifica de forma diferente, el anuncio no es original ni sorprendente y se pierde entre la multitud.
Un anuncio con sentido del humor no sólo debe ser llamativo, sino que también debe llegar directamente al corazón. Porque es sencillamente un placer leerlo, verlo o escucharlo.
Si los internautas ven un anuncio concretamente en un portal de vídeos como YouTube, es muy probable que sea divertido.
Sin embargo, el humor debe utilizarse con prudencia. Debe ser apropiado para el sector, la empresa, el producto y el grupo destinatario y, en el caso de las campañas internacionales, para la cultura del país en cuestión.
Incluso los juegos de palabras ingeniosos pueden estar totalmente fuera de lugar. Para asegurarse de no cometer un error, se recomienda hacer una prueba previa.
La publicidad puede ser innovadora, original y entretenida, pero si no coincide con el posicionamiento y los valores de marca de una empresa, no es creíble y, por tanto, no tiene impacto.
Por tanto, los consumidores deben aceptar la idea de la campaña y el mensaje de la marca.
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